En parte tenia cierto miedo a preguntarte qué íbamos a hacer este fin de semana. Sin embargo, por primera vez en muchos meses, me he sentido aliviada al escucharte.
-(Él) Yo ya he dicho en mi casa que me voy el sábado, y que no me esperen hasta el domingo. ¿te parece bien?
-(Yo) Nos vamos al piso entonces?
-(Él) Claro, a dónde sino?
Quien sabe, al final va a ser verdad que después de esta primera semana sin vernos, también tu me echas de menos.
4 comentarios:
Las ausencias amplifican los deseos.
No sabemos lo que tenemos hasta que dejamos de tenerlo.
Si apreciamos a alguien mucho ;), intentamos apurar todos los momentos para estar con él.
El separarse de vez en cuando también puede ser un seguro contra el aburrimiento. Todo exige su tiempo, y su espacio y...despacio.
Cuerpos encendidos, más allá de las dudas o los recelos: en el horizonte una tormenta, pero esta tarde, este fin de semana los dos descansarán y se extenuarán como en un puerto existencial acogedor, bajo la noche oscura y dilatada. No hay estrellas, sólo dos seres fundidos en la tarde, recorriendose mutuamente la piel, dibujando círculos, amando pliegues, retozando en el barro. Quizás unas velas, quizás una botella de vino y unas grandes copas... Todo comienza en este fin de semana.
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