Nuestro

Qué ganas de volver. Es normal, ¿no? Cada vez que voy, me gusta más. Me gusta entrar en las habitaciones. Sentarme en el sofá. De un lado, de otro. Y me vuelvo a levantar, y voy a la cocina. Y abro un armario. Y vuelvo a la habitación. Y me miro las camas, los armarios, los cajones... Y voy al cuarto de baño, y a la terraza, y vuelvo al sofá... Me gusta inspeccionarlo todo. Cada rincón. Cada detalle. Y poco a poco me voy familiarizando. Y allí sentados. Tumbados el uno encima del otro, repasamos en silencio las paredes que nos rodean. Y así, empezamos a asimilar que es nuestro. Nuestro. Y estoy feliz. Ahora que estoy de baja, me iria algun dia. Aunque sé que él no quiere que vaya sola. Lo entiendo. Pero tengo una ilusión... es difícil de explicar. Ya sólo pienso en volver. A no hacer nada, pero a estar allí.